BUENOS AIRES Y LA CONFEDERACION ARGENTINA

Muy pocos conocen porqué la Plaza Miserere de la CABA se llama y se reconoce como Plaza “ONCE”. Muchos piensan que es por el Día del Maestro. No es por eso.

 

Luego del triunfo de Urquiza en Caseros frente a Rozas, el 11 de Setiembre de 1852 la Legislatura de la provincia de Buenos Aires se niega a aceptar los términos del Acuerdo de San Nicolás que convoca al Congreso Constituyente, y resuelve conformar el Estado de Buenos Aires separándose de la Confederación Argentina. Bartolomé Mitre encabeza las fuerzas políticas y militares con el Ejército nacional heredero de la Independencia, y desata la lucha contra las fuerzas federales del Noroeste argentino, y que asesinarían al Chacho Peñaloza en 1962 y derrotarían a Felipe Varela en 1867.

  

Después de la batalla de Caseros, el general Hilario Lagos que dirigía una de las alas del Ejército de Rosas, amenaza Buenos Aires con las fuerzas que dirigía, encabezando la resistencia de los habitantes de Buenos Aires que querían reintegrarse al seno de la Confederación Argentina. Pero llega a ocupar la Ciudad. Las fuerzas del Cacique Cafullcurá que había formado del lado de Rosas, se retira a Salinas Grandes.

Pastor Obligado era elegido Gobernador de Buenos Aires y el 23 de mayo de 1854 se aprueba la Carta Magna redactada por Dalmacio Vélez Sarsfield y Carlos Tejedor.

El período posterior dividió a Buenos Aires. Entre Valentín Alsina, los “autonomistas” y Mitre que enfrentaba a Urquiza.

Buenos Aires monopolizaba las rentas del Puerto. La Confederación dependía de los recursos de Entre Ríos; Urquiza impone un impuesto a todos los productos extranjeros que ingresaran por Buenos Aires y entraran a la Confederación.

La crisis se profundizó y el 23 de Octubre de 1959 Urquiza derrota a las fuerzas porteñas de Mitre en CEPEDA . En el Pacto de Flores se llega a un acuerdo por el cual Buenos Aires se reincorporaba a la Confederación con derecho a pedir la revisión de la Constitución.

Santiago Derqui asumió en 1860 la presidencia de la Confederación. Finalmente se llega a la controvertida batalla de Pavón el 17 de setiembre de 1861, cuando Urquiza retira sus fuerzas sin combatir, dejando a Mitre dueño de la situación.

La defección de Urquiza habría de transformarse en lo que algunos historiadores lo califican como una traición (ver notas en Historia).