BUENOS AIRES CIUDAD y PROVINCIA

y la crisis policial

 

En todos los documentos que desarrollamos sobre la METROPOLIS BUENOS AIRES  señalamos los problemas que se  derivan de la enorme concentración del  AMBA, el área metropolitana de Buenos Aires. Y en nota anterior señalábamos la entrega de $ 35.000 millones para la seguridad de la provincia.  La reacción de la Policía de Buenos Aires no se hizo esperar y comenzó la protesta con visos de rebelión para solicitar aumento salarial y equipamiento personal.

El discurso del Presidente de la Nación del 9 de Setiembre anunciando el giro del 1% de la coparticipación  federal que recibe la Ciudad, para sostener el enorme gasto para la  Policía provincial, de 110.000 hombres de esa Fuerza para garantizar la seguridad en toda la provincia, refleja crudamente la deformación estructural de la Argentina.

Cabe decir que el principal problema radica en los 24 Partidos del Gran Buenos Aires que abarca un enorme territorio que va desde La Plata hasta Zárate y Campana y a la vera de las autopistas La Plata, Acceso Oeste, y Panamericana, territorio donde radica lo principal de la industria instalada que provee de alrededor del 48 por ciento de la producción industrial, desde la alimenticia a la siderúrgica y  las industrias derivadas. A  diferencia  de las demás ciudades de la provincia donde predomina la producción agrícola ganadera.

El problema principal radica en los tres cordones urbanos  que rodean a la Ciudad  “limitada” por el Camino de cintura, y extendida a ambos lados de las autopistas que señalamos.

La decisión de la presidencia de la Nación desató como era de esperar, la reacción del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que el día 10 de setiembre resolvió apelar la medida a la Corte Suprema.

Nosotros analizamos la cuestión  estructural del cual surgen  los múltiples problemas que aquejan a la AMBA y que se vinieron agravando desde hace décadas,  especialmente  a partir de los años `90;  al margen de las consideraciones políticas que enfrentan a las fuerzas opositoras y del Gobierno.

Solo deberíamos repetir los argumentos que hemos venido desarrollando desde el año 2014 en las siguientes notas:

La CABA y la Metrópolis

La provincia de Buenos Aires y el Federalismo

El Federalismo y la Metrópolis

La Metrópolis Buenos Aires

Villas y asentamientos de la Metrópolis

La foto de la Metrópolis

La CABA y la provincia en la pandemia

 

Apenas finalizado el discurso del presidente se suscitaron en los medios de comunicación, argumentos que requieren un análisis desprovistos de la carga política que contienen.

Trataremos de poner  datos y cifras que tienen que ver con la realidad de la CABA, que extractamos de las notas, porque la “realidad” actual de la Ciudad de Buenos Aires es un resultado del desarrollo de las últimas décadas, para no remontarnos a los orígenes de la historia “moderna” de la Argentina, al final de la guerra civil que llegó hasta el año 1880 con la “Federalización” de Buenos Aires, cuando las fuerzas del gobernador Tejedor fueron derrotadas por el ejército de Roca, con  tres mil muertos en el hoy Puente Alsina.

La CABA es recorrida por más de 700 mil automóviles  más los camiones que traen  alimentos diariamente a la Ciudad.  Buenos Aires no produce todo lo que consume principalmente alimentos que llegan desde industrias y frigoríficos situados desde 30, 60 y 100 kilómetros o más de la General Paz,  hasta frutas, hortalizas y  productos agroindustriales de las economías regionales de hasta 1.500 kilómetros.  En pleno invierno la CABA consume hortícolas de Salta y Corrientes.

Además de los residentes en Buenos Aires, unos 3 millones de personas  llegan a Buenos Aires diariamente a trabajar y además –en tiempos normales- alrededor de 400.000 turistas del exterior recorren la Ciudad por mes, que hacen aportes en divisas y también viajeros  de las provincias que adquieren bienes y mercaderías en la City.

El Jefe de Gobierno Rodriguez Larreta en su discurso del 11 de setiembre, señaló que alrededor de 7 millones de personas transitan la ciudad cada día y utilizan los servicios hospitalarios, servicios y demás actividades. Y son protegidos por la Policía Federal a cargo de la Ciudad.

El presupuesto de la Ciudad es el mayor de todas las provincias, derivado principalmente del impuesto a los “ingresos brutos” de cientos de miles de actividades comerciales, shopings, teatros,  hoteles, restaurantes, servicios, y otras actividades. Son 7 millones según afirmó el Jefe de Gobierno, de personas que consumen y gastan en transportes diariamente en la Ciudad.

Un informe del Ente de Turismo señala que (Clarín, 13/09/ que el negocio del Turismo en la Argentina  “genera” o 25.000 millones de dólares; y de ello hay que considerar el gasto que realiza el turismo extranjero de 5 millones de personas por año que se beneficia al comercio de Buenos Aires, hoteles,  y gastos personales en divisas.

Por otra parte, la CABA  toma empréstitos de distinto origen por su capacidad de pago, y siempre tiene un grado de endeudamiento. Muchas de las obras públicas que se realizan en la Ciudad han sido financiadas por préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ayudas directas  de la Presidencia de la Nación  Además existen muchas obras públicas en la Ciudad financiadas por Presidencia.

Un caso emblemático ha sido la realización del Centro Cultural Kirchner que demandó  muchos millones a la Nación y cuyo monto podría haber sido destinado a Escuelas en La Rioja, Catamarca y otras provincias.  También la “puesta en valor” de la tradicional Confitería El Molino al frente del Congreso, lo financia la Nación.   ¿por qué?

En los últimos  años se financiaron  por decretos presidenciales, obras como el camino subterráneo a lo largo de  Puerto Madero, o como el elevamiento de la línea del tren San Martín, y diversos emprendimientos que fuimos señalando en las notas citadas.

La Ciudad según cifras oficiales tiene varios miles de viviendas desocupadas debido a los altos alquileres en dólares que impone un verdadero Cartel  inmobiliario de la Ciudad. Y una concentración de más de 100.000 personas en Villas como las de Retiro.

En la CABA se registran la mayor cantidad de propietarios ricos y muy  ricos de barrios que corren desde Puerto Madero, Retiro, Recoleta  al  nor- noroeste por la Avenida Libertador  hasta el Tigre y Nordelta, sectores del territorio de la provincia  donde radican las clases sociales de mayor poder adquisitivo.

Hacia el Sur y el Riachuelo, se extiende la mayor población en barrios “populares” y en Villas y Asentamientos precarios en numerosos espacios de la gran ciudad de 200 kilómetros cuadrados.

Las Universidades nacionales radicadas en la CABA reciben 300.000  estudiantes de curso y 40.000 de grado; además de las Universidades e Instituto privados que relejan el alto grado de enriquecimiento de las clases pudientes de la CABA. Y muchos de esos estudiantes provienen de sectores pudientes del primer cordón del Gran Buenos Aires.

La desigualdad económica y social se aprecia objetivamente  para todos quienes quieran verlo. También la CABA es el territorio donde radica el mayor desarrollo universitario, científico,  artístico, musical, y de la cultura.

Hay que decir también que Buenos Aires es una ciudad cara;  los precios de las cosas están valuadas en valor dólar, porque Argentina es un país bimonetario y la Ciudad, la sede donde circula la especulación financiera que ningún gobierno ha logrado contener. Por el contrario donde existen miles de cuevas financieras al paso. Y donde más narcotráfico y lavado de dinero  existe  de todo el país.

La CABA  es  una ciudad esencialmente comercial, no produce manufactura  industrial que reproduce capital, y toda la energía que consume proviene en su 90 por ciento del interior del país. La ciudad muestra  cientos de miles de pequeños comercios en toda la planta baja de las avenidas y calles de gran parte de la CABA. Que en su mayor parte alquilas sus locales.

El movimiento del Puerto de Buenos Aires le genera a la Ciudad ingresos particulares con el movimiento de la importación que le generan ingresos directos e indirectos.

La CABA es una ciudad puerto como en sus orígenes cuando todos sus recursos tributaban solo para Buenos Aires.

Buenos Aires nació con el “instinto comercial” como lo escribió Juan Agustín García en su libro “La Ciudad indiana”, que Miguel de Unamuno recomendaba a los argentinos leerlo.

Y la gran ciudad genera miles de trabajadores de servicios y de changas que no tributan pero que gastan cada día en todas las concentraciones diarias de la ciudad.

No así las grandes superficies comerciales de las cadenas de supermercados que han recibido enormes  ganancias en este tiempo de pandemia y que tributan a la Ciudad.

Son numerosas las desigualdades existentes, generadas por un  modelo estructural que sigue sin reconocerse por todo el espectro político del país.

Se ha generado un momento histórico inimaginable rantes de la pandemia que reveló una fractura política y social inédita desde 1955 a la actualidad.

Argentina vivió dictaduras desde 1930 a 1946, desde 1955 a 1963, desde 1966 a  a 1973, y desde 1977 a 1982. Todo, sucedió  en la CABA.

 

CONSECUENCIAS

A partir de la decisión presidencial se generó un conflicto  jurídico relacionado con la quita del 1% de la coparticipación federal a la Ciudad que generará una apelación a la Corte Suprema.

Ahora bien, el gobierno de la Ciudad afirma que produce el 22% del PBI de la Argentina y que solo recibe el 3,5% de la coparticipación federal de todos los recursos que recibe la Nación.

Hay que preguntarse porqué la provincia de Buenos Aires que posee la mayor concentración industrial y la mitad de la riqueza agropecuaria de la pampa húmeda, no es “rentable”, superavitaria.

Hay que decir que el problema  es estructural porque el país es deficitario desde hace décadas ya que  toda su producción y exportación no le alcanza para satisfacer sus necesidades y se endeuda porque  gasta más de lo que gana. Solo en muy cortos períodos de tiempo logró tener equilibrio fiscal y superavit comercial.

Argentina es un país agrodependiente, bimonetario y endeudado, y toda las principales industrias instaladas en el país,  automotrices, energéticas, agroquímicas, petroquímicas, químicas, supermercados, y Bancos,  son extranjeras.

Argentina se encontrará al fin de la pandemia, en una crisis de mayor profundidad

La quita actual de los recursos para auxiliar a la difícil  crisis de la provincia de Buenos Aires, y el costo de un ejército de más de 100.000 efectivos policiales,  se produce en un momento de falta de recursos del Tesoro nacional agravado por la pandemia.

La provincia de Buenos Aires recibe el 49% de la coparticipación Federal según el Estudio del CEPA.

La resolución  del problema es imposible  porque los Fondos del Tesoro no alcanzan.

La Ciudad podrá apelar a la Corte Suprema y por tratarse de una ley, el Congreso de la Nación deberá resolver si se modifica la ley de Coparticipación porque debido a la crisis profunda que vive la Nación, su endeudamiento actual más la deuda al FMI, de lo que se trata es de asumir la gravedad de la crisis económica que se manifestará a fines de año o bien el año próximo cuando se haya frenado la pandemia.

Hay que pensar que nuestro país se encuentra en una de las mayores crisis vividas  aún peor que la del año 2001 con la implosión de la Convertibilidad.

Si hay algo que ha marcado la crisis Argentina en las últimas décadas ha sido la corrupción generalizada con la obra pública, con la corrupción financiera de capitales argentinos fugados al exterior, con el endeudamiento constante y con el agravamiento provocado  por la pandemia.

Los cambio en la coparticipación federal no solucionará los problemas estructurales.

En la economía de La Rioja 9 de cada 10 pesos de la provincia proviene de recursos nacionales; el 90% de sus recursos, solo superada por Formosa con el 93% según datos del Centro de Economía PolítIca Argentina, y además, el IFE invirtió $ 2.300 millones en la provIncIa,  según datos de Economíariojana.com.ar

Lo que la provincia necesita mínimamente es  la construcción de su red ferroviaria trocha ancha, un camino comercial  hacia Chile y agua para la mitad árida de la provincia, para que crezca su economía y pueda desarrollarse y crecer.

Desde la Historia,  La Rioja, fue quizás   la provincia más dañada por el largo período de la guerra civil entre 1830 y 1870, y el centralismo portuario  diseñó la actual estructura de la Metrópolis.

 Será  el momento de iniciar un acuerdo  político de unidad nacional  federal para salir de la actual encrucijada. De otro modo días aciagos esperan al pueblo argentino.-