EL CHACHO PEÑALOZA Y ROSAS II Parte

“Entonces y sin demora alguna, su Excelencia el señor Brigadier Mitre, Gobernador y Capitán General de la provincia de Buenos Aires, debía no perder la presente oportunidad y decir y hacer conocer por los hombres influyentes, la necesidad de dejarse por ahora y hasta algunos años más de pensar en el Congreso. Que Su Excelencia el señor Gobernador Mitre fuera nombrado por cada una de las provincias, Encargado de las Relaciones Exteriores con la suma del poder para gobernar toda la república por siete años, según y en los términos como yo lo estaba.”

(Carta de Rosas a José María Roxas y Patrón, su influyente amigo el año 1862 un año después de la retirada de Urquiza en Pavón)

En otra de sus cartas le decía.

“¿Qué culpa puede tener ella y sus hijos, de las ventajas naturales, con que Dios la ha favorecido?  Así la provincia bonaerense es obligada en la desesperación, a declararse Estado Soberano Independiente.”

Con los límites que Vuestra Excelencia indica para la provincia de Buenos Aires y teniendo a más la costa del Pacífico hasta Valdivia, sería el Estado más poderoso de la América del Sud. Las demás provincias formarían otro gran Estado”.

 

Después del crimen de Dorrego por Lavalle, Rosas es elegido  gobernador de Buenos Aires. Lavalle acuerda con Rosas y se retira a Uruguay donde el gobierno de Rivera es apoyado por los franceses. El derrotado Oribe se retira a Buenos Aires

Lavalle regresa en 1839 con el apoyo oriental y francés y hace la campaña en el Litoral con su ejército.  

Corre el año 1840; Rosas ha derrotado a  los ganaderos federales de esa provincia que marchan al exilio a Uruguay. 

Lamadrid se vuelca contra Rosas el 7 de abril. “Está naciendo la Coalición del Norte” escribe  Oscar Muiño en su libro  (“CHACHO” Medio siglo de revolución y guerra civil en La Rioja y la Argentina”).

Desde el Capítulo 3 “Peñaloza contra Rosas” hasta la página 97, Muiño refleja con abundancia de documentación, el período que finaliza en 1841 con la derrota de la Coalición del Norte.

En La Rioja, la Legislatura declara a Rosas ciudadano nativo y brigadier general de La Rioja, rebautiza el Famatina como Cerro del General Rosas y emite moneda con el lema “Eterno loor al gobernador Rosas.” (Véase aparte la nota Rosas y la moneda riojana)

La Coalición del Norte había logrado unir a las provincias de Córdoba (cuando Lamadrid derrota  al general Garzón) Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, La Rioja, Corrientes y Santa Fe, contra Rosas.

Pero el desastre  de Lavalle en Quebracho Herrado, cambiaría la suerte de la Coalición. El Ejército de la Confederación de Rosas está  dirigido por el general Pacheco (bajo la dirección política de Oribe) y coroneles como Hilario Lagos, Gerónimo Costa y Vicente González, encabezando  un ejército de cuatro mil jinetes, dos mil infantes y diez piezas de artillería. Las fuerzas de Lavalle son menos de tres mil. La caballería de Niceto Vega, héroe de Chacabuco, Maipú  e Ituzaingó es desecha. El parte del Oribe a Rosas señala:

“el enemigo ha dejado sobre el campo de batalla más de mi quinientos cadáveres, entre éstos varios jefes y muchos oficiales, prisioneros , cuatro piezas de artillería calibre de a cuatro; dos obuses de campaña, veintidós mil quinientos cartuchos a bala, fusil y tercerola; cuatrocientos fusiles; mis trescientas setenta lanza, dos banderas, una imprenta, tres mil caballos, sus cajas de guerra, todos los objetos de artillería, parque, vestuarios, provisión y artículos de guerra y toda su correspondencia oficial y privada”.

Su ayudante de campo Pedro Lacasa memora: “Lavalle perdió en esta batalla toda su infantería, sus bagajes y como mil hombres de caballería.”

 Poco después caen Santa Fe y Córdoba

Lavalle se retira hacia La Rioja en busca de Lamadrid. Los franceses ofrecen a Lavalle la retirada y una pensión como mariscal de Francia, además de 45.000 pesos fuertes. Lavalle rehúsa: “mi honor me prohíbe aceptar estas propuestas” (Quesada, escritor rosista)

Los capítulos siguientes del libro de Muiño relatan lo acontecido con Lavalle, el Chacho, Brizuela y Lamadrid.  Dardo de la Vega Díaz escribe también sobre el período en que el Chacho Peñaloza aliado a Lavalle, enfrentan al poderoso ejército de Pacheco: 15 jefes, 164 oficiales, 2.844 de tropa. Más de tres mil soldados con munición, ración y botiquín.

Pacheco es un granadero. Ha combatido a órdenes de San Martín desde San Lorenzo en adelante y, al igual que Lavalle, también ha peleado la guerra del Brasil. Un militar de escuela europea.  Pacheco se había negado  a apoyar el golpe de Lavalle contra Dorrego.

Y dice Pacheco sobre el pueblo de La Rioja:

el mal (sic) había criado profundas raíces y las simpatías de los habitantes de la provincia, con dolor lo digo, no eran en nuestro favor. Lejos de serlo, los hombres no se plegaban a nuestras filas, ni teníamos caballos para el servicio”.

 

“La Coalición del Norte, demuestra que las provincias arribeñas, libradas a sus propios, únicos recursos, no están en condiciones de definir una guerra. No falta valentía ni  hay problemas de reclutamiento. La desproporción de fuerzas económicas, la ausencia de industrias y excedentes financieros que permitan lograr un armamento moderno, los condena a una lucha sin esperanzas.” (Muiño)

Y escribe Alberdi:

“perdida o no la revolución por el norte de nuestras provincias, eso importa poco. Los triunfos de Rosas importan tan poco como hubieran importado los que Lamadrid y Lavalle hubiesen podido conseguir: la revolución no está por allá. La porción rica y vital de la revolución  está intacta: reside en los dos litorales, donde ha salido y saldrá siempre escrito el destino general de la República Argentina” (carta de Alberdi a Chilavert desde Montevideo). (Leer Alberdi y el federalismo en .historiadelarioja.) Es el Alberdi exiliado de Rosas

Muiño cierra este período de la  derrota de la Coalición del Norte, con profusa documentación histórica hasta el exilio del Chacho Peñaloza a Chile.

Se refleja allí la tragedia de la guerra civil, los fusilamientos y los degüellos del ejército de la Confederación de Rosas. En el interin, se documenta también la degollina realizada por Rosas en Buenos Aires, después de haber fallado un atentado contra el dictador.

 Guerra civil que continuaría al regreso del Chacho de Chile, donde la Comisión Argentina de exiliados, entre ellos el general Las Heras y Sarmiento ¡!! avituallaron al Chacho y lo apoyaron  en su lucha contra Rosas.

Todo  el desarrollo de la guerra civil muestra la división entre héroes de la guerra de la Independencia, que integraban  los dos bandos que se enfrentaban.

 Hay una mención a Hipólito Tello gobernador de La Rioja que combatió con Facundo y el Chacho y luego había  virado al rosismo.

La lista es numerosa; recordemos a rosistas como  Benavidez,  el ex fraile y salvaje Aldao ; al general Acha del lado de Lavalle como el general Pedernera que sería vicepresidente de  Derqui después de Urquiza.  

También hemos reflejado en .historiadelarioja los gobiernos de La Rioja y la acción de la Legislatura riojana hasta 1852 a favor de Rosas.

 

Veamos la relación de Marcelino Reyes en su Bosquejo histórico, sobre este período.

“El general don Tomás Brizuela, uno de los jefes más prestigiosos de Quiroga… elegido gobernador de la provincia el 20 de Mayo de 1937 con la investidura de las facultades extraordinarias (como Rozas ya lo había hecho en Buenos Aires)”.

Brizuela le pide a Rosas (según A. Zinny) la aprobación de su designación y Rosas le dice: “la Legislatura había manifestado mucho acierto al designarlo; que confiaba en que se prestaría a desempeñar el cargo aunque con sacrificio” ofreciéndole su amistad y su cooperación.

Escribe Reyes: “La provincia de La Rioja, siguiendo la iniciativa de Corrientes, Tucumán y Salta, declaró por ley de su Legislatura el 5 de mayo ‘que ella reasumía las facultades  que tenía conferidas a Rosas, para intervenir en las relaciones  con las naciones extranjeras.

El 25 de Mayo de 1840, el gobernador de la provincia general don Tomás Brizuela se pronunciaba contra el dictador argentino entrando a formar parte La Rioja de la ‘Liga  o Coalición del Norte’ con el nombramiento que cayó en su persona de director de la guerra.”

Firmaban el pacto en Tucumán el 24 de setiembre de 1840 los siguientes señores:

Andres Ocampo, por La Rioja, Ignacio Moldes por Salta, Salustiano  Zavalía por Tucumán, Marcelino Angier por Catamarca y Mariano Santibáñez por Jujuy.”( Bosquejo, edición de 1913, página 97  y siguientes)

Citamos:

El general Lavalle llegó a La Rioja el 24 de Enero de 1841 para organizar la resistencia contra Rosas que le ofrecía el gobernador Brizuela, a fin de oponerse al ejército del general fray Felix Aldao, que pisaba el territorio riojano. ….  en Febrero al carecer de armas y medios de movilidad, se retira “a la estancia de Guaco, mientras él con la tropa que pudo cabalgar quedaba en la ciudad esperando al enemigo cuyas avanzadas llegaban al lugar de Ampiza  (¿o Ampatá?) a cuarenta kilómetros al sud de la capital donde se apoderaron de un número crecido de armamento y quinientos caballos gordo que Brizuela tenía en invernada en el expresado lugar.”

“Llegado Aldao a la Cañada a ocho kilómetros al sud de La Rioja, Brizuela  y Lavalle emprenden la retirada.  Aldao ocupa La Rioja, nombra gobernador provisorio a José M. López y emprende la persecución a los aliados que se dirigían con rumbo noroeste por el camino de la Quebrada de Sañogasta. En Guaco deja Brizuela una fuerzas para que cubriese la retaguardia,  de trescientos hombres de infantería y caballería con cuatro piezas de artillería, la cual fue copada por el ejército de Aldao, que impidió continuar la persecución en seguida.

Recién llegado el general al lugar de Anjullón, acompañado del jefe de la Coalición del Norte, tiene lugar el fusilamiento de los coroneles ‘rosistas’ Villafañe, Franco y Guerrero, que con fray Nicolás Aldazor, después obispo de Cuyo, habían sido tomados en calidad de presos políticos.”

Aldazor había sido enviado por el coronel Mariano Maza desde Catamarca en misión privada; fue preso al arribar a la capital de La Rioja e incomunicado en el convento de Santo Domingo que servía de cuartel de los correntinos, el resto del ejército de Lavalle vencido en Quebracho Herrado y San Calá, fuerza que había abandonado el ejército de Lavalle.

“En Tinogasta permaneció Lavalle un mes esperando el resultado de la campaña del coronel Angel Vicente Peñaloza que operaba en los Llanos y la llegada del general Mariano Acha, que venía de Tucumán buscando su incorporación en Los Sauces, sin tener aviso ni conocimiento de la marcha de Aldao.”

Reyes relata  la derrota de Acha en las inmediaciones de Machigasta por la avanzada de coronel José Flores de Aldao y dice:

“La fuerza de Acha, que se componía de 250 de tropa, venía montada en burros flacos y en mulas en completo estado de extenuación; por eso la vanguardia de Aldao  al mando de Flores hizo una espantosa carnicería, matando más de las dos terceras partes de que se componía porque se encontraron imposibilitados de huir. … Dejando en el campo del combate cinco jefes, veintitrés oficiales y ciento setenta y nueve de tropa  muertos, cantándose entre éstos lo comandantes Avalos y Manterorla.”

El general Mariano Acha aparecerá después luchando contra Benavidez en Angaco y en San Juan.

Lavalle, finalmente se retira a Tucumán. En Catamarca se encontraría con Lamadrid.

Por su parte,  Tomas Brizuela al frente de 600 hombres, infantería y caballería, se dirige hacia Vinchina. En Sañogasta, se detiene seis días donde es alcanzado y derrotado por Aldao.

Según refiere Reyes en su Bosquejo, Brizuela es herido por la espalda; su asistente Germán Villafañe lleva a Brizuela con su escuadrón y se pasa a las fuerzas de Aldao donde muere Brizuela.  El resto del ejército “también defecciona” y queda bajo el mando de Aldao.

(Marcelino Reyes dice en su libro que esta información la tuvo de parte de Aurelio Vallejo, un testigo de los hechos. Aurelio Vallejo era probablemente tío de Mercedes Vallejo, esposa de Marcelino Reyes)

 

Casi toda la provincia, quedaba así en poder de las fuerzas de la Confederación de Rosas.  Pero el Chacho está en los Llanos y el Ejército de Rosas al mando de Oribe y Pacheco, en Córdoba.

 

En Catamarca. Lavalle acuerda con Lamadrid; seguiría con el general Juan Pedernera a Tucumán y Lamadrid hacia la Rioja

 

LA GUERRA CONTINÚA

 

El  CHACHO contra  Rosas

Con Brizuela, derrotado y muerto (asesinado por la espalda) el 20 de junio de 1841, cesa la resistencia de la montonera federal  riojana de la ciudad, el oeste y el noroeste.

Lamadrid, después de encontrarse con Lavalle en Catamarca, emprende camino a La Rioja el 13 de julio llegando el dia 22 con su tropa de 2.000 hombres  (Reyes) donde designa gobernador a  Francisco Bustamante y permanece hasta el 29.  Es entonces cuando dice Reyes, “dispuso la fabricación de  pólvora para aumentar la munición de infantería; con tal motivo dispuso inutilizar los papeles del archivo general de la provincia para hace cartuchos, destruyendo de esta manera documentos preciosos, de verdadero valor histórico, que se conservaban desde la fundación de la Ciudad.”

Lamadrid se dirige entonces a San Juan.

El 16 de agosto el general Mariano Acha con 600 hombres a su mando derrota en Angaco al general Nazario Benavidez que contaba con 1.500 hombres, al servicio de Rosas en Mendoza y San Juan.  Acha se dirige a San  Juan, triunfante.”

Mientras tanto Aldao volvía del oeste riojano y se enfrenta con Lamadrid; “lo ataca  en el mismo lugar de Angaco y es rechazado con grandes pérdidas quedando toda s infantería prisionera”.(Reyes) 

Benavidez se rearma y junto con Aldao derrotan al general Acha. “ Días después es ejecutado por orden de Aldao en la represa de la Cabra, en la provincia de San Luis y su cabeza fijada en el camino público”

El Chacho Peñaloza con Joaquín Baltar  y sus llanistos se incorpora al ejército de Lamadrid en San Juan.  El Chacho hace una incursión a las lagunas de Guanacache y envía 100 hombres en persecución de Benavidez.

El 24 de Setiembre de 1841 Peñaloza y Baltar se reúnen con Lamadrid y enfrentan a  las fuerzas de Pacheco en Rodeo del Medio “y son totalmente derrotados” (Reyes)

El ejército de Pacheco mientras se desarrollaba la lucha descripta en La Rioja, había ocupado Córdoba y se dirigió primero a los Llanos en busca del Chacho para virar hacia San Juan.

La derrota en Rodeo del Medio fue la fase final de este período y el Chacho acompaña a Lamadrid  a Chile. Es cuando llega y nace aquella famosa anécdota del Chacho cuando le preguntaron como le iba: “Cómo me a dir, amigo. En Chile y a pié”. (Reyes)

Pero al poco tiempo de terminar el año 1841 siendo gobernador de La Rioja Hipólito Tello, desde Coquimbo  el Chacho al frente de un puñado de emigrados argentinos lo invade.

Y dice Reyes:

“La invasión de Peñaloza fue una audaz operación de guerra que lo recomienda como valiente y emprendedor guerrillero; pero que tenía en seguida, que fracasar, como  sucedió, porque era aislada, sin más elementos de apoyo que el gran patriotismo ardoroso de los que se lañaban a desafiar el poder invencible  en esos momentos del general  Rozas.

El jefe invasor en breve se hizo dueño de toda la campaña de La Rioja; pasado en seguida a la de Catamarca, derrotó a su gobernador, el general don Santos Nieva  y Castilla, y después de posesionarse de esta provincia arribó a la de Tucumán.

Aquí derroto también al gobernador general don Celedonio Gutierrez, enseñoreándose igualmente de aquella importante provincia, cuando fue sorprendido y derrotado en el Manantial, el 18 de julio de 1842, por el general  Nazario Benavidez, que había marchado desde San Juan a Tucumán con una fuerte división de las tres armas, teniendo noticias de la invasión del jefe riojano.”

El  lector sabrá valorar esa increíble  campaña guerrillera del Chacho, descripta por un militar como Reyes, quien con el grado de Capitán fue enviado  a La Rioja de regreso de la guerra del Paraguay en 1868,  después de Pozo de Vargas y  en La Rioja solo participó en algunas escaramuzas bajo la dirección del Coronel Vera (el que capturó al Chacho) y terminó su carrera militar  en la batalla de Puente Alsina en Buenos Aires en 1880.

Dicha campaña del Chacho en su lucha contra Rosas, que se extendió hasta 1852 apoyando a Urquiza (quien se entregó en Pavón al mitrismo), muestra su enorme capacidad  de liderar  a miles de riojanos que dieron su vida por la causa Federal.

Y el Chacho no era un terrateniente ganadero como los Tello o los Llanos y los Vera.

Constitución y Organización federal  de la Confederación Argentina fue su programa y  su bandera. Su lucha fue contra el Buenos Aires de Rosas y su alianza con Lavalle y Lamadrid no justifica a los historiadores rosistas de calificar de unitario al Chacho por dicha alianza.

Brizuela fue también  un caudillo y guerrero valeroso que defendió los intereses de La Rioja frente a la dictadura  centralista y portuaria de Rosas. Defendió los intereses de la minería riojana y la acuñación de moneda del oro y la plata del Famatina. (Ver Rosas y la moneda riojana)

 Rosas,  poseía todos los recursos aduaneros de la Nación, y su actividad era la de exportador de cueros y tasajo de sus múltiples Saladeros, exportando a  Gran Bretaña y al imperio esclavista de Brasil.  Poseía  todos los recursos económicos y financieros provenientes de la exportación que nosotros hemos sintetizado en  “La Rioja, Economía y Sociedad”.

El período 1842/1852 mostrará a Peñaloza aliado de Urquiza.

Peñaloza celebró la caída de Rosas y siguió confiando en Urquiza, período que está ampliamente fundado.  Cuando se produce la batalla de Pavón  el Chacho creyó que había triunfado Urquiza y que podría volverse contra Buenos Aires.

 En 1862  Mitre es proclamado presidente y resuelve con la dirección de Sarmiento en San Juan, terminar con la resistencia de Peñaloza.

El Chacho Peñaloza derrotado militarmente en Caucete, es  asesinado en noviembre de 1863.

Para mayor conocimiento, léase  Cronología histórica V y VI parte en la portada de .hisoriadelarioja.com.ar