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Buenos Aires y las villas
Ciudad de Buenos Aires: la villa 31
Fuente: Silvia Gómez. Clarín 11/10/15
A metros de avenida del Libertador y Callao; a pasos de la terminal de ómnibus y de las estaciones ferroviarias de Retiro; a pocas cuadras de Puerto Madero, crece casi por minuto, en silencio y sin pausa. Se estima que en las villas 31 y 31 Bis de Retiro viven al menos 40 mil personas y la construcción ya se ha transformado en un negocio descomunal: manejado por mafias que usurpan el espacio aéreo de las viviendas y por los corralones que operan sin control. Así, los vecinos quedan revictimizados, por la pobreza y por el acoso al que viven sometidos.
Hay un dato que muestra el estado de situación: hoy muchos hombres ya no buscan trabajo fuera de la villa. Su fuente laboral está allí, trabajando en la construcción. No hay certeza, pero se estima que hay entre cuatro y cinco de grandes corralones. En tanto, el juez federal Sebastián Casanello investiga el entramado detrás de la construcción.
Uno de los barrios más complejos de la villa –son nueve– es, en realidad, uno que no esta legalmente comprendido dentro del polígono del asentamiento.
Se trata del barrio San Martín, que nació en 2011 y creció de una manera brutal en pocos meses. Está ubicado junto a la estación de trenes homónima y se puede observar desde la avenida Ramos Mejía. Sus vecinos luchan por ser parte de la villa y, tras un fallo judicial, consiguieron que la Ciudad los incorpore dentro del esquema de servicios públicos, incluyendo la recolección de residuos.
"Aquí se sintió mucho el poder de las mafias. En cuestión de meses se construyó casi un barrio entero y muchas veces tomando el espacio aéreo de familias que no tenían interés en construir", contó Wilfred. Llegó desde Lima (Perú) con su mujer y cinco chicos en 2012, cuando el barrio tenía unas pocas casas. Su casa tenía una planta baja –en donde funciona un restaurante– y primer piso. Ahora tiene dos viviendas encima: "Una madrugada nos tiraron la puerta abajo para "avisarnos" que al otro día empezaban a construir. Al menos, tenemos la suerte de que los inquilinos son buena gente", se conformó.
En el interior de la villa los corralones venden materiales mucho más caros que "afuera", en locales formales. Una bolsa de cemento Loma Negra de 50 kg puede costar alrededor de $ 90 en la mayoría de los corralones de la Ciudad y casi el doble en la villa. Los ladrillos huecos cuestan $ 12 y más de $ 20 para los vecinos de la 31. Lo mismo ocurre con la arena, piedras y varillas de hierro.
Uno de los corralones más visibles está junto a la autopista, mano a la Ciudad, justo cuando la traza baja y corre a nivel del suelo. Es un edificio de ladrillo hueco, en el que trabajan incluso con un autoelevador. Operan con un sistema de postas para llevar los materiales al interior de la villa: del corralón a unas motos con carros que llegan a cualquier rincón de ambos asentamientos. Incluso "almacenan" arena y piedras en lugares abiertos y desde allí hacen la entrega de pedidos más pequeños.
Los vecinos ven en la urbanización la única salida. (1) "Son cuatro o cinco grandes corralones manejados por mafias. Pese a que Ciudad y Nación están presentes con obras y comedores, no intervienen en este negociado. La solución es la urbanización, porque obligaría a la apertura formal de calles, a poner límites en alturas. Como están las cosas ahora, quedamos a merced de los mafiosos", analizó César Sanabria. Con 30 años, lleva más de 20 viviendo en la villa. Nació en Paraguay y estudia arquitectura en la UBA. Su gran sueño es trabajar aquí, como lo haría en cualquier barrio de la Ciudad.
(1) La “urbanización” de las villas es un mito o una ficción. Quienes llegan a la estación Retiro de ómnibus (y miles de riojanos lo atestiguarán), pueden verificar que es una ubicación de la Terminal totalmente irracional, en el vértice del embudo demográfico que es la Capital “Federal”- resultado entre otras cosas de la virtual desaparición del ferrocarril de pasajeros, rodeada de la Villa y de otros establecimientos y edificios obsoletos. Ni el gobierno actual de Buenos Aires ni el gobierno nacional (cualquiera sea) que maneja terrenos fiscales en la zona, “urbanizará” la Villa. Porque el valor del metro cuadrado allí es equivalente a Puerto Madero y ya existen varios proyectos de nuevos “Puertos Maderos” desde allí hasta las areneras y el empalme con la Costanera Norte y Aeroparque.
Nota de Historia
Según el último Censo, en el espacio de la Ciudad Autónoma de Buenos aires (Capital Federal) viven unas 250.000 personas -censadas- en las Villas. Pero transitoriamente viven muchas más. En la de Bajo Flores transitan, o viven temporariamente, parientes o “turistas” de Perú, Colombia o Bolivia. Es un territorio donde frecuentemente se enfrentan narcotraficantes menores. Los de “peso” viven en Nordelta y en barrios cerrados del Gran Buenos Aires.
Aquí también el país crece……
Al margen del narcotráfico que recluta soldaditos en las “villas”, que no es el objeto de esta nota, el crecimiento de las Villas revela el grado de crecimiento del trabajo informal, de los migrantes del país y de países vecinos que no encuentran trabajo fijo en provincias.
La construcción en altura que se hace en villas como la de Retiro, y que en algún caso llega a 5 pisos, es un peligro latente. El reciente terremoto de Chile se sintió en todos los edificios de altura. La repetición de un sismo como el de Caucete décadas atrás, puede provocar una tragedia en estas construcciones de altura. Ignoramos si los planos y las obras son aprobados por el gobierno de la Ciudad.
Pero no solamente “viven” muchos más en las Villas –en tránsito o permanentes- sino que en barrios como Constitución, Liniers, Once y en los alrededores de Avellaneda y Nazca, en numerosos edificios viejos, desocupados por sus dueños o alquilados por alguien que a su vez subalquila piezas, viven muchos inmigrantes que se dedican a la venta callejera en verdaderas “ferias” en las veredas de las avenidas Avellaneda o Pueyrredón; verdaderos “shopings” al aire libre, cuyo ícono mayor es La Salada, a las orillas del Riachuelo y la avenida general Paz. Allí llegan contingentes de las provincias a comprar toda clase de mercaderías de “marca” pero truchas, que llevarán a sus provincias o al Paraguay y Bolivia.
Son los territorios de la pobreza de la Ciudad extendidos hacia el primer cordón del Gran Buenos Aires que conforma un tejido unívoco y que se prolonga hacia la periferia de la enorme configuración urbana que aloja a 15 millones de personas.
Territorio que no deja de crecer, como los nacimientos de las clases pobres que cargan ya con tres o más hijos, con “asignación universal”, que les permite sobrevivir, porque trabajo no se consigue.
La concentración que produce este crecimiento y la densidad poblacional que genera por hectárea en Buenos Aires, genera ya un colapso diario en calles y en las avenidas de entrada a la Capital Federal, donde en cada cruce con calles de barrios ricos como Belgrano, Nuñez, Palermo, Caballito, etc. sobreviven “trapitos”, vendedores, y oficios varios.
Barrios como los mencionados donde residen más habitantes que en toda la Ciudad de La Rioja. (En La Rioja hoy, ver la nota Presupuesto, al final, se puede ver la demografía en los partidos del Gran Buenos Aires, y en la nota El inevitable colapso….. datos sobre la concentración de la región metropolitana Buenos Aires) www.historiadelarioja.com.ar
Así, se produce el colapso en las avenidas y en las autopistas de entradas y salidas a la capital Federal en los fines de semana largos.
El colapso de estas autopistas, y por la densidad del tránsito por Buenos Aires, generan un gasto de combustibles igual a un tercio del consumo automotor de cada día.
La irracionalidad de la concentración de la CABA y el Gran Buenos Aires, es como sabemos el resultado de décadas de desarrollo económico industrial en la región metropolitana, (y no en las provincias) proceso que no ha cesado y que explica la densidad demográfica existente. Situación que en menor grado se repica en Rosario y Córdoba, con la diferencia en esta última de su carácter mediterráneo.
Esta realidad de la vida cotidiana en este monstruo urbano, explica también en parte, el aumento de la criminalidad y la proliferación del consumo de drogas, desde el paco en las clases bajas hasta la “blanca” de calidad de las clases altas. (11/10/15)
CAPITAL FEDERAL
Datos de una ciudad compleja, desigual, hostil, insegura, con gran parte de su población mal educada y agresiva.
En base a datos de la Encuesta de Hogares de la Ciudad de Buenos Aires 2014
Las diferencias de ingresos norte/sur, la baja en la cantidad de habitantes, la caída en la cantidad de propietarios y el aumento de la edad son emergentes de una ciudad que muta.
Es una ciudad con más solteros que casados, compleja e injusta en su distribución de riqueza y trabajo, que pierde habitantes en un país que crece, y con una población en donde los nacidos y criados son sólo seis de cada diez.. Son poco más de 200 kilómetros cuadrados
Los emergentes de la Encuesta de Hogares 2014 muestran un descenso de la cantidad de propietarios versus inquilinos, un crecimiento excepcional de la asistencia a escuelas privadas, un paso más lento pero continuo hacia la salud privada, un descenso de la población y una ratificación del estigma del sur pobre y el norte rico.
Los datos de la Encuesta 2014, que se publican desde el 17/05 y durante varios días en www.clarin.com/clarindata. Además, vale sumar el dato del INDEc, que muestra que la Ciudad se achica: vive * menos gente, en contra del resto del país. Mientras en 2010 la Ciudad tenía 2.890.151 habitantes, contra 36.730.700 del resto del país urbano, cuatro años después Buenos Aires tiene 2.980.900 personas y el resto de los centros urbanos suman 38.441.400.
(* indica residencia domiciliaria, no tiene en cuenta la cantidad de gente que entra diariamente desde el Gran Buenos Aires, de las provincias y del exterior, ni de miles de trabajadores transitorios que duermen en la Ciudad y regresan a sus hogares el fin de semana)
¿Dueño o alquila?
En 2014, un 54,7% eran propietarios y el resto inquilinos (32%), una cifra que impacta cuando se la compara, por ejemplo, con el 2003, cuando el 64,4% era propietario y el 23,9% inquilinos.. En la zona sur, (Comunas 4, 8, 9 y 10) hay un dato llamativo: 8,9% es propietario de la vivienda pero no del terreno. "Las mayores necesidades humanas siguen en el Sur, a pesar de 8 años de gestión PRO - dice Hernán Petrelli, investigador del Laboratorio de Políticas Públicas y Consejero del Plan Urbano Ambiental--. Con un agravante: al tener un perfil pro negocio los precios de suelo, y consecuentemente, de los alquileres del Sur aumentan. Hay en el Sur una tremenda escasez de viviendas para alquilar y si le sumamos competencia en el espacio por las exenciones tributarias que otorgan los Polos, aceleramos los crecimientos de los precios y el desplazamiento de quienes menos ingreso tienen al Conurbano, con más viaje y peor infraestructura".
En la ciudad, 20,6% de las viviendas son casas y 74,7% son departamentos, pero hay barrios como Palermo donde 96% son departamentos. Doce años atrás el barrio de Borges todavía las casas alcanzaban el 11,15%, mucho más que ahora, pero lejos de la proporción de igualdad del Sur, en donde la Encuesta 2014 dice que hay 45,5% de casas y 50,8 de departamentos. En la Comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Montserrat, Constitución, San Telmo y Puerto Madero), hay un 14,7% de viviendas que entran en la categoría "otros", es decir, inquilinatos o conventillos, piezas de hotel o pensiones, construcciones no destinadas a viviendas, ranchos y casillas.
Jonathan Grebe, de Belgrano, dice: "No somos propietarios del departamento porque no nos alcanza la plata. Los alquileres acá no bajan de los 5 mil pesos, es mucho. Nuestros padres siempre quisieron mandarnos a mí y a mis dos hermanos a escuela privada, pero por cuestiones económicas nunca pudimos, y por ende fuimos a escuelas públicas"
Un dato que sorprende de la Encuesta es el nivel de hacinamiento o cuán apretados vivimos los porteños. Aunque el 50% de los hogares tiene más de un ambiente por persona, en el 39.5% de los hogares viven hasta dos personas por ambiente, y en el 10 por ciento de los hogares viven dos, tres o más personas por ambiente. El peso de las villas y asentamientos en este último dato es determinante. "El hacinamiento es demostrativo de la consolidación de un estatus; en el Sur de la Ciudad un tercio de la población vive de a dos personas por ambiente y hasta el 5 % de la población comparte un ambiente entre 3 o más personas", dice Fabio Quetglas, Experto en Desarrollo Territorial.
Pero la división norte/sur tiene siempre excepciones. "Somos propietarios, pero en 2 Ambientes, vivimos 4 personas", dice Juan Martín Federico, de Belgrano R. Espejo exacto de lo que muestra la encuesta como emergente educativo y sanitario, Federico agrega "Elijo el sistema de salud público sobre el privada por la calidad de la prestación médica, pese a las comodidades que ofrece la privada. Por otro lado, prefiero la educación pública por la preparación social que provee".
"Es llamativo como crecen los hogares unipersonales en la ciudad. Eso tiene muchas implicancias y explica también otras estadísticas como las que tienen que ver con la tenencia de la vivienda, dice José María Donati, Director General de Estadísticas y Censos. Nos dimos cuenta analizando la EAH, que la tasa de inquilinos aumentó 10 puntos en la última década, y que eso se da fundamentalmente porque el que se va a vivir solo tiene pocas chances de comprar por la falta de acceso al crédito. Y también vimos en otra encuesta que la mayoría de los que tienen posibilidades de acceder a un crédito ya no lo necesitaban, o al menos no para su primera vivienda", concluye Donati.
Solos y solas, chicos y abuelos
Una recorrida por las calles de Recoleta o Barrancas de Belgrano muestra ejemplos de cafés en soledad, y mesas de mujeres. Es que en Buenos Aires hay 35,9 por ciento de hogares unipersonales (63% son familares), pero con diferencias notables por zonas. Mientras en el Norte hay un 44,1% de hogares unipersonales, en el Sur sólo el 22,3% son hogares unipersonales.
En la ciudad de las mujeres (53,3% contra 46.7% de hombres), barrios como Recoleta alcanzan tasas del 55.8% de mujeres. Es una tendencia que cambia poco con los años, del mismo modo que se mantiene y hasta profundiza el dato que indica que es una ciudad que envejece y en la que nacen pocos bebés con domicilio de los padres en la Capital. Es la tasa de maternidad más baja del país: apenas 1.9. Las razones: crisis del matrimonio, relaciones breves, divorcios en aumento, postergación de la maternidad.
En el total de la ciudad hay apenas un 29,5% de casados y un 18,5% de "unidos", pero los solteros dominan con un 30,4%, los separados o divorciados llegan al 13,9% y hay 7,8% de viudos. Con un dato llamativo: los varones casados o unidos son casi el diez por ciento más que las mujeres en la misma situación (53,2% contra 43,6%). Por comuna, la que más varones solteros tiene es la 1. En el caso de las mujeres, la mayor cantidad de solteras vive en Recoleta (Comuna 2), donde son el 38,7% del total.
La comuna con mayor porcentaje de habitantes de más de 70 años es la 2 (Recoleta) que tiene un 16,6%. La siguen de cerca la 14 (Palermo), con 16,4% y la Comuna 13 (Belgrano, Nuñez, Colegiales), con 15,8%. En el total de la ciudad, los mayores de 70 años suman 12,7% de la población total.
Al contrario, los barrios con mayor cantidad de niños menores de 9 años son Vila Soldati, Villa Lugano, Villa Riachuelo con 16,7%. La Boca, Barracas, Parque Patricios, Pompeya tienen 16,2% de chicos menores de 9 años. El costado opuesto: los barrios con menos niños son Recoleta donde apenas el 7,7% de la población es menor de 9 años. Las comunas con muchos menores de nueve también tienen un porcentaje significativo de chicos de entre 10 y 19 años.
Porteños, interior y extranjeros
La Encuesta 2014 muestra que el 62,1% de la población nació en la ciudad de Buenos Aires. Es decir que solo 6 de cada 10 son porteños porteños. En cambio, el 25,8% proviene del resto del país y el 12,1% son extranjeros (6,8% de países limítrofes, y 5,3% de países no limítrofes).
El 10,9% de la población del sur de la ciudad es inmigrante de países limítrofes. Del total de extranjeros que viven en la ciudad, un 25,2% llegó entre 2000 y 2009 y un 21,7 entre 2010 y 2014.
En el sur, el 30,1% de los extranjeros llegaron al país entre 2000 y 2009 y un 8,8% entre 2010 y 2014.
Hombre rico, hombre pobre
En 2003 el ingreso promedio de la población de 10 años y más era de 893 pesos. Diez años después, en 2013, fue de $ 6.443 y en 2014 la cifra subió a $ 8.594 (sensación de inflación, diría algún funcionario nacional). Pero lejos de los promedios, los datos por zona muestran la enorme disparidad entre el Norte, el Centro y el Sur: el último dato relevado en 2014 indica que en el norte el ingreso promedio era de $ 10.812, el centro descendía abruptamente a $ 8.447 y el sur aún más a 6.666 pesos.
En el sur, en Lugano, Karina Quispe cuenta su día a día: "La situación económica ahora no da para más. Pagamos $ 1.500 por una sola habitación en la villa y somos tres ahí. Antes estaban 300 o 400 pesos. A mis nenes los mando a la escuela pública y me parece bien, porque no tengo plata para una privada. Tengo un hijo que no tiene obra social y a él, en los hospitales públicos no lo quieren atender. Cuando vas, te derivan a pediatría, y cuando vas a pediatría te derivan a clínicos. Se pasan la pelota y no te dan turno."
El ingreso total familiar medio, en 2014, fue de 16.578 pesos en el norte, contra 13.417 en el centro y 12.428 pesos en el sur. Aún sin datos procesados por comuna para 2014, los promedios engañan y aún la división por zona. Así, los últimos datos por comuna, del 2013, muestran que las comunas más ricas fueron la 14 (Palermo), con $ 8.268, la 2 con $ 8.142 y la 13, con $7.972.
Mientras, las comunas con menores ingresos fueron en 2103 la 8 ((Villa Soldati, Villa Lugano, Villa Riachuelo), con $ 3.992; la 4 (la Boca, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya), con $4.488; y la 9 (Parque Avellaneda, Mataderos, Liniers), con $ 4.925.
También en Lugano, David Obregón, gestor automotor, describe un panorama complejo: El 90% de la gente acá depende de la salud pública. Mi hijo es diabético y desde los 18 meses hasta los 20 años se atendió en el Gutiérrez. Mi hijo ha tenido graves cuadros y, como había que ir al primer lugar que teníamos a mano, gracias a Dios la salud pública nos salvó. He perdido a mi esposa en el Santojanny, fue una mala experiencia pero considero que fue mala suerte. Hace un tiempo igual tengo obra social porque la salud pública está deteriorada en general. Los médicos son buenos, las enfermeras también, pero sin elementos y en el estado de precariedad en el que están los establecimientos, mucho no pueden hacer, están limitados".
El análisis de los datos de la Encuesta 2014 referidos a los niveles de ingresos según la categoría ocupacional y de acuerdo a la condición de empleador y empleados muestra que los asalariados tienen un promedio de ingresos 20% superior a los cuentapropistas, y que se mantienen las diferencias entre zonas.
Por ejemplo, un cuentapropista en la zona norte tiene ingresos promedio de 8.222 pesos, mientras en el centro baja a $ 6. 615 y en el sur se desploma a $ 4.827; pero los asalariados de esas tres zonas de la Ciudad tienen ingresos de $ 10.202, $ 8.696 y $ 7.431 respectivamente.
A la vez, el cuadro de empleados versus empleadores muestra un promedio para la ciudad con la enorme diferencia de de 8.777 pesos para los empleados contra 17.888 de los empleadores o patrones.
Esa misma comparación, tomada por zona presenta una radiografía con un dato común, en el norte, el centro y el sur los empleadores o patrones duplican en ingresos a los empleados. Así, el norte tiene empleados con $ 10.655 y patrones con $ 22.147; el centro empleados con $ 8.674 y patrones con $ 16.110, y el sur empleados con $ 7.060 y empleadores con 13.170 pesos.
Espejo del perfil productivo de la ciudad, la zona norte con mayores ingresos muestra un predominio claro de los servicios como actividad, mientras el sur, que gana la mitad, tiene a la construcción y algo de industria como actividad principal.
Es la ciudad más rica, la más cosmopolita, la que atrae por su cultura, comidas y barrios. También la ciudad que, como todas las grandes capitales de América Latina, pone en blanco y negro el contraste cotidiano.