Tte.Coronel  Marcelino Reyes

1846-1905

               Ema Reyes hija de Marcelino Reyes y fundadora junto a otras damas riojanas de  la Biblioteca Infantil  Popular publicó un Folleto donde está su discurso  el día de la inauguración del Edificio actual en la Ciudad de La Rioja, y una breve  biografía de su padre,  del cual tomamos aquí  una síntesis.

               El autor del Bosquejo Histórico de La Rioja ingresó a la carrera militar en 1864 a los 18 años  al primer Escuadrón del Regimiento 1º de Línea.  Consolidado ya el gobierno centralista porteño derivado del triunfo de Pavón, tras la retirada de Urquiza, el presidente Mitre organiza definitivamente el  Ejército Nacional constituido por 6.000 hombres, en gran parte con los restos del Ejército de la Independencia. Que fueron parte también de  los ejércitos de Rosas y sus generales que se fueron pasando con bagaje y hombres después de la batalla de Caseros.

               En 1865 Reyes es enviado  al Paraguay con el citado regimiento. En 1866 se le confiere el grado de Teniente 2º; en 1867 asciende a Teniente 1º, en  1868 a Capitán de Línea, (ya en La Rioja)  en 1870  a Sargento Mayor, en 1873  a  Sargento Mayo de Ejército y en 1875 recibe el grado de Teniente coronel.

               En 1867 el Regimiento 1º de Línea es enviado a Cuyo a contener el alzamiento de los Sáa  junto al 6º de Línea y 1º de Caballería bajo las órdenes del General  Paunero.  Reyes entonces Teniente 1º participa de la batalla de San Ignacio y hace la Campaña del Interior a las órdenes del  Coronel   Lagos con motivo de la sublevación de Cuyo participando en los combates de Los Loros y Portezuelo en la provincia de San Luis.

               Siendo Teniente es destinado a La Rioja donde llega en Febrero de 1868 a la Guarnición de La Rioja a cargo del Coronel Gordillo

               Encontrándose en la casa del Gobernador en la esquina donde hoy está la Casa de Gobierno –relata Ema Reyes – intentando  sofocar una Compañía de Infantería sublevada de la Guarnición,  una descarga de carabina le destroza el antebrazo izquierdo, el 14 de abril de 1868. Desvanecido es trasladado al cuartel general  y es auxiliado por la vecina Carlota Ortiz de Vallejo .(*) Fue allí donde quedó manco. Luego siendo Capitán, es enviado a incorporarse al Salado (“donde las armas de la defensa sufrían bajas”) a las fuerzas que mandaba el Coronel  Vera en Malanzán.  Este Coronel  Vera, compadre del Chacho Peñaloza,  fue quien lo capturó en Olta y ante  quien ya rendido  entregó sus armas, pero no pudo impedir que el salvaje Irrazábal  lo matara y cortara su cabeza.

(1)Marcelino Reyes en La Rioja - 14 de Abril 1868   (2)Foto año 1900

               Regresa a  la ciudad de La Rioja cuando ésta fue sitiada por los montoneros Elizondo y Guayama el  7 de agosto de 1868 “tomando parte activa en un cantón en la esquina Noroeste de la plaza, en el combate del 14 al 18.”  

               Más tarde a las órdenes del  Coronel Vera participa en la campaña contra Elizondo y Guayama quienes son derrotados en el combate de Garabato el 27 de febrero de 1869.

               Más tarde ante la Revolución de Cuyo hace la campaña al Interior en calidad de Secretario auxiliar del Coronel  Julio A. Roca participando de la batalla de Santa Rosa en Mendoza el  7 de setiembre de 1874 donde acreditó el grado de Tte. Coronel.

               Regresa a La Rioja y vuelve a partir a Buenos Aires como Ayudante general del Coronel Julio Campos encontrándose en los combates de Puente de Barracas y La Convalecencia en la ciudad de Buenos Aires en 1880 en el enfrentamiento con Tejedor  por  la Federalización de la Ciudad.  Enfrentamientos donde hubo 3.000 muertos.

               Su foja de servicios militares de Junio de 1903 siendo Ministro de Guerra el General                                                                                                                                                                                                                                                                       Richeri  certifica una foja de servicios total de 26 años y 3 meses de Guarnición y 5 años y 6 meses en Campaña.

               “Con la inacción del Ejército y su retiro en la Plana Mayor Pasiva, y después de larga actuación, -dice Ema Reyes- acreditó condiciones en el curso de su carrera militar y política, y ocupó en oportunidades cargos públicos a los que prestó diligente y eficaz atención: Jefe de la Guardia Nacional de la Capital, Jefe General de Policía, Contador General, Diputado a la Legislatura por dos períodos, Comandante de la Guardia Nacional, Fiscal Militar en la causa seguido a  los sublevados del Regimiento de Dragones, Ministro General de Gobierno e Instrucción Pública, Inspector general de Milicias, Jefe de la Guardia Nacional movilizada en Los Llanos, Sub Secretario General de Gobierno, Vocal de la Comisión Municipal, Profesor de Historia y Geografía en el Colegio Nacional, Encargado para levantar planos en las Cordillera a inmediaciones de Vinchina y Guandacol con motivo de las amenazas de guerra con Chile, Jefe de la Oficina Nacional de Reclutamiento, consejero del Banco Hipotecario Nacional y una infinidad de comisiones nacionales  provinciales. Como publicista ha colaborado en los siguientes periódicos desde el año 1873: La Situación, El Bien Público, La Plata, La Unión Nacional y El Nacional; y ha fundado y dirigido los siguientes: La Propaganda, La Defensa, La Rioja y El Autonomista” y finalizando su libro  Bosquejo Histórico en el año 1900.

               Murió el 13 de marzo de 1905 a la edad de 59 años.

               En el Folleto que citamos, se publica un árbol genealógico de la familia Reyes; descendiente de Laureano Reyes casado con Manuela Alvarez del Valle. Uno de sus hijos, Marcelino Reyes, casado con  Concepción Saenz (**)  fueron  el padre y la madre del Tte.Cnel. Marcelino Reyes, quien tuvo cuatro hermanas que fueron:

Sofía casada con Exequiel Alonso (porteño)

Elvira  casada con Fermín de la Colina (riojano)

Avelina  casada con Manuel García (chileno)

Concepción  casada con Nicolás Cazón (porteño)

               Marcelino Reyes casó con Mercedes Vallejo Ortiz y sus hijos fueron:

Marcelino, Sofía, Isolina, Genoveva,  Elena, Oscar, Estela,  Ema, Carlota, Ricardo, César y Mario

(*) Probablemente la madre de  Mercedes Vallejo

(**) Concepción Sáenz era hermana de Miguel Sáenz y el Dr. Antonio Sáenz miembros del Cabildo Abierto del  25 de Mayo de 1810 quienes votaron por la cesantía del Virrey Cisneros y  la creación de la Primera Junta de Gobierno.

               Concluye el escrito de Ema Reyes, refiriendo el petitorio elevado al presidente Sarmiento por numerosas damas riojanas  el 30 de Setiembre de 1868 solicitando una Escuela pública en la provincia, “ya que no quedó ninguna a consecuencia de la guerra civil.” Al mes de recibido el pedido, el presidente Sarmiento por intermedio del ministro Avellaneda, da el decreto, instalando la Escuela Superior de La Rioja en los primeros días de noviembre del mismo año.

La actuación política de Reyes

               La actuación política de Reyes hay que estudiarla en el marco de la situación nacional. Llega a La Rioja poco antes de la presidencia  de Sarmiento, y actúa durante las presidencias de Avellaneda y luego de Roca. Habremos de indagar en el Archivo Histórico de La Rioja en los periódicos y materiales que se encuentren de las últimas dos décadas del siglo XIX.

               Escuchamos algunas mínimas referencias familiares particularmente de Ema Reyes, de su adhesión al vicepresidente de Sarmiento, y más tarde de  Adolfo Alsina, creador del Partido Autonomista, quien se perfilaba como candidato a suceder a Sarmiento.

               La importancia del libro “Bosquejo Histórico” se basa más que todo en las referencias personales que recibió Reyes de numerosos protagonistas de los hechos narrados,  hombres ya mayores que Reyes;  como Manuel  Vicente Bustos cuatro  veces gobernador de La Rioja, de los Vallejo, familia numerosa de su esposa, muchos de ellos protagonistas de los sucesos desde la época de Facundo Quiroga, como el Juez Mateo Vallejo citado en el Bosquejo.  

Cuenta Reyes en su Bosquejo:

“No hace mucho, allá por el año de 1883, si mal no recordamos, arribó a esta ciudad de La Rioja, de paso para Buenos Aires siendo huésped por varios días del doctor don Guillermo San Román, el señor don Nabor Córdoba. Dio la casualidad que se encontraron reunidas en casa del doctor San Román, visitando al recién venido, los doctores Félix Luna y Florentino de la Colina y el autor de este Bosquejo Histórico, a más del dueño de casa, en momentos en que el señor Nicolás Carrizo llegaba a cumplimentar a su antiguo amigo, el señor Córdoba. Y a continuación, Reyes hace un extenso relato sobre lo acontecido a Carrizo cuando se desempeñaba siendo muy joven, como escribiente de la Secretaría de Rosas que era desempeñada por Pedro Regalado Rodriguez.”   La cita –extensa- se refiere a una broma fuerte que le realizó Rosas al joven Carrizo y que se describe largamente en las páginas 164 a 166. Y en página siguiente, relata Reyes el famoso “gato” bailado por el Chacho Peñaloza en traje de baile, en casa del señor Angel Mariano Colina con una joven viuda de un caballero que jugó un rol prominente en la política riojana (probablemente Hermenegildo Jaramillo, casado muy anciano con la señorita aludida).  Esto indica las fuentes de información que recogía Reyes para la elaboración de su libro.

               Además de los relatos personales de sus protagonistas, mayores y de los familiares de su esposa, Reyes se basaba en los documentos de la Legislatura de la provincia, en la obra clásica de Zinny (Historia delos gobernadores) y de las obras de Sarmiento que cita repetidamente.  La influencia del Facundo en el pensamiento de Reyes queda en evidencia cuando califica de “hordas de beduinos” a los hombres que se sumaban a las fuerzas del Chacho.  Sarmiento, que había viajado por Argelia, hizo en Facundo una reducción  esquemática, errónea, comparando la vida de las tribus árabes con la situación de la campaña riojana, que estaba muy lejos de parecerse tanto por el modo de producción como por la geografía y las tradiciones, heredadas aquí del feudalismo colonial español. Libro que contiene una excelente descripción geográfica de la “Travesía” y de los personajes de la desértica región de los territorios de San Luis, San Juan y La Rioja. 

               Su Bosquejo es sobre todo  el libro de un militar, formado en el nuevo Ejército de Línea con su estructura vertical, que cambió la anterior formación de los Comandantes de Campaña y que consideraba superado el tiempo de las Montoneras, fuerzas irregulares  (cuya modalidad militar era la guerrilla) comandadas por caudillos populares, sus  representantes directos,  que defendían los escasos intereses y sus propiedades que cobijaban a los habitantes de las campañas, labradores, arrieros, pequeños ganaderos, tejedoras, etc., pobladores  con propiedad apenas del rancho  donde vivían y sus escasos animales. Una vida de absoluta subsistencia.

               La población de la Ciudad  -La Rioja y Chilecito - se fue formando por hombres que como puede verse en la cronología histórica,  pertenecieron a familias antiguas, tanto en el Oeste, como en la Ciudad o en los Llanos, grandes propietarios, ganaderos, agricultores (se cultivaba mucho trigo, algodón, pasturas  y se producía harina, vinos, aguardientes, frutales, etc.) familias que a lo largo de las guerras civiles enviaron a sus hijos a estudiar a Córdoba, Buenos Aires, Concepción del Uruguay, y muchos que se exiliaron e hicieron carrera en Chile.   Se formaron principalmente como abogados o médicos que volvieron en los años de la Organización Nacional. Y se formó también una clase comercial, algunos de origen minero que vivieron en Copiapó y se radicaron en Chilecito o La Rioja. Esa nueva burguesía liberal fue constituyendo desde mediados del siglo XIX el núcleo de la clase dominante tanto en Chilecito como en la Ciudad de La Rioja,  mientras el poder radicado en los Llanos fue decayendo. A este período de la formación económica-social nos debemos una investigación.

               Retirado de la función militar, Marcelino Reyes  realizó una intensa actividad política (como puede leerse arriba) mientras escribía su Bosquejo que finalizaría a fines del siglo. Y como se lee en el mismo, no quiso seguir escribiendo sobre la historia de La Rioja a partir de 1868 porque decía que siendo participe y protagonista de los hechos, correspondía a otros escribir sobre la historia de ese período.

               Todo el archivo y los libros de Marcelino Reyes quedaron en manos de su hijo César, que –como relatamos en la nota sobre él -  se perdieron a su muerte en Rosario.

CONTINUARA