El NOA y el plan Belgrano

Historia publicó una nota el año pasado cuando el Poder Ejecutivo lanzó el Plan Belgrano” y le dio una estructura para llevarlo adelante. 

 

Como sabemos el NOA  es la región más pobre del país. Su ingreso no alcanza el 50% del ingreso medio del resto de los argentinos, ni al 20% de los ingresos de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires. Su población  no tiene las oportunidades de la enorme Región Metropolitana, que por supuesto está conformada por estratos económico/ sociales en que  se divide la pirámide social de riqueza en la cúpula y pobreza en la base más ancha.

El Plan tenía como objetivos “el desarrollo y coordinación de las políticas sociales, productivas y de infraestructura que reduzcan la desigualdad en la región Norte”.  Se afirmó entonces que iban a llegar millones en inversiones para las 10 provincias del Norte Argentino. Se afirmaba que  el proceso de decadencia, inequidad y éxodo de quienes no encuentran fuentes de trabajo en las provincias, cesaría.. La conducción del Plan Belgrano le fue encomendada al tucumano José Cano.

Pasado un año hoy nadie conoce en qué consiste el Plan. No existen políticas, gestión, presupuesto, inversiones ni obras. Ni siquiera se reunieron una vez los diez gobernadores del Norte, que son los interlocutores naturales en ese ambicioso Plan.

Y no hay un enunciado que defina cuáles son los problemas de la región, la situación de sus cadenas productivas, quienes cuentan con potencial de crecimiento y cuales requieren atención para alcanzar desarrollo.  No se avanzó en la tarea primordial de ponerle letra al Plan ni elaborar un discurso sobre la gravedad de la realidad norteña y las propuestas para abordarlo.

“En paralelo con esta virtual parálisis, -escribe Jorge Neme en el diario Clarín del 29/04,  la política nacional se fue alejando del Norte y el Plan Belgrano y se orientó hacia los intereses porteños, más acorde con el legado de Bartolomé Mitre. Una figura histórica innegablemente vinculada a Buenos Aires.”

Y continúa:

Así, mientras el Plan Belgrano se desvanecía, avanzó un verdadero “Plan Mitre”. La ayuda financiera por $25.000 millones para la Provincia de Buenos Aires, obras como el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento por $45.000 millones, la Autopista Ribereña por $9.700 millones, la Autopista Illia Bis por $1.600 millones, el Metrobus Sur por $1.500 millones, la urbanización de la Villa 31 por $320 millones, obras de agua y cloacas por $1.900 millones y las mejoras de las estaciones suburbanas del Ferrocarril Belgrano por $ 3.000 millones, se ejecutan entre otras inversiones con centralidad en la Ciudad más rica de la Argentina mientras los recursos nacionales destinados a inversiones transferidos a las provincias del Norte disminuyeron del 46,3% en el 2015 al 33,9% en el 2016.

El Plan Belgrano podría haber equilibrado la balanza entre Buenos Aires y el Norte. Así, en poco más de un año, el Plan Belgrano sin visión, estrategia, autoridad política ni conocimientos, fue convertido en una enorme cáscara vacía y en una nueva frustración para los pueblos del Norte Argentino y sus economías regionales.”

 

 

Una prueba más, contundente del centralismo que tiene  el Poder Ejecutivo Nacional, el poder de decisión en la realización de obras públicas porque maneja el 70% de los fondos nacionales.